Aunque la oposición siempre ha estado apegada a la legalidad, y sus intenciones siempre han sido transparentes, no podemos decir lo mismo del gobierno que no ha tenido esa reciprocidad, y trata por todo los medios de extorsionar y forzar la sumisión de la gente. Algo que vemos en el despido de personas de ministerios, en la asignación de casas y otros beneficios sociales y hasta en la repartición de alimentos.
La intención de manipulación llega hasta a nivel de países, entes internacionales y personalidades. Todo el apoyo internacional es comprado, ha sido la característica del chavismo todos estos años.
Y donde se destaca en forma más descarada el chantaje es en el asunto de los presos políticos.
Toda clase de gente es acusada de delitos arbitrarios. Para generar miedo, para tratar de que la gente no se activa en el área política exigiendo sus derechos, en fin para controlarla.
A los dirigentes políticos se lo va atrapando con nebulosas acusaciones paranoicas que nunca son demostradas pero los mantienen presos. Parece como una forma de acumular fichas de un satánico póker de poder. Acumulándolas para luego canjearlas por concesiones políticas.
Por esos muchos presos, no aceptan las condiciones para liberarlos que es que renuncien a su actividad política. O canjearlos por el Referendo Revocatorio en el 2016. Pero la Mesa de la Unidad democrática no cae en esas trampas y seguirá firme como todo el pueblo Venezolano que no dejará que tuerzan su voluntad.
Como no se tuerce la voluntad de una ONG El Foro Penal Venezolano que defiende los derechos humanos de los presos políticos como bien lo explica Leonardo Padrón en su excelente articulo
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