2 de octubre de 2015

El Que Calla… ¿Otorga?



El silencio es un fenómeno que desconcierta por lo que hay en él de ausencia y de incertidumbre. ¿Cuándo callas, aceptas lo que te están diciendo? Tal vez sí. Ó Quizás no quieres un escaramuza verbal innecesaria, Quizás te guardas tus pensamientos (callar o hablar poco es de sabios, la verborrea es de necios). En algunos casos te agarran en falta y te quedas mudo, en otros, simplemente no te vienen palabras a la cabeza. Ó simplemente estás despistado.

Claro que una cosa es que te estén interrogando en un juicio de vida o muerte y otra muy distinta es que seas un periodista ejerciendo tú profesión. O seas un director de Orquesta que temes perder el apoyo estatal. O seas el banco central que teme mostrar las estadísticas de inflación.
En el caso del Juicio un buen ejemplo se puede ver en la premiada película basada en hechos históricos de 1966 “El Hombre de las Cuatro Estaciones” donde Tomás Moro, que llegó a ser canciller de Inglaterra, fue defenestrado y encarcelado por muchos años en la Torre de Londres. No fue encarcelado por que estuviera en contra del divorcio de Enrique Octavo sino porque se mantuvo simplemente en silencio sobre el asunto. Tuvieron que fabricarle un expediente forjado para poder al fin condenarlo.
Una escena cumbre de la película es cuando con un recurso retórico retorcido usan el argumento sin asidero del silencio del acusado. Diciendo algo más ó menos así “Su silencio se escucha a gritos en toda Europa, humillando a nuestro Rey, y dándole armas a nuestro enemigos”. Entonces Moro en su excelente defensa recordó el aforismo, "Qui tacet, Consentiré Videtur": “el que calla otorga”. Sí callaba era por que concedía, al conceder no humillada ni le llevaba la contraria nadie. Sí aprobaba o no, en lo personal, el divorcio del Rey, ya eso era otra cosa que se guardaba en la intimidad de su pensamiento.
(Cuando habló de juicio amañado con acusaciones retorcidas y sin asidero no puedo dejar de venirme a la memoria la acusación de instigación para delinquir a través de twitter con frases como "El que se cansa Pierde" con que condenaron recientemente a 13 años al Líder político Leopoldo López. Esto con la diferencia de que estamos en pleno Siglo XXI con un régimen supuestamente democrático y no en el obcurantismo medioval monárquico del siglo XIV.)

Pero vamos al caso del que quiero hablar el del Periodista Cesar Miguel Rondón, que a diferencia de Tomás Moro y Leopoldo López, no estaba en un estrado defendiéndose de una acusación. Estaba simplemente haciendo su entrevista cotidiana. Más que quedarse en silencio, lo que hizo fue no interrumpir. Los periodistas que no interrumpen me agradan más que los otros que se creen con el derecho de reencauzar la conversación. La opinión que a la audiencia le interesa es la del entrevistado no la del entrevistador. No interrupir es una buena práctica periodística mientras el entrevistado no se salga del tema.

En su comunicado a Rondón parece que CONATEL espera un ejercicio del periodismo tan sesgado que no se conforma con una autocensura pasiva sino también espera una activa defensa del régimen.  Lo que deslegitima esta institución completamente, al no conservar ni siquiera en apariencia una pizca de imparcialidad.
Y que pasa con Dudamel el exitoso director de Orquesta, a él no lo acusan de nada, pero sin embargo se cuida mucho de opinar  sobre la situación política. Tuvo al fin que responder en un comunicado que  escribió (No fue una respuesta esclarecedora, al contrario fue confusa y evasiva). No lo hizó bajo la presión de un ente regulador sino fue por exigencia de un sector mucho más amplio y legítimo, La opinión  pública, que no entiende que se pueda quedar callado ante las calamidades que suceden en el país.
Pero el más grande de todos los silencios se esconde en los voceros oficiales, desde Maduro, los ministros y todos los demás. Todas las Alocuciones son evasivas. O simplemente se hablan de otras cosas intracendentes y los grandes temas donde el gobierno tiene grandes responsabilidades nunca se tratan.
Silencio ante las protestas por las nuevas tablas salarialesde los profesores. Silencio ante los ataques con granadas que deberían estar fiscalizadas  y  solo las debería tener el ejército. Silencio ante el ataque a Marino Alvarado Defensor de los Derechos Humanos. Estos son solo algunos de los asuntos más recientes que se silencian o no se tratan con seriedad.

Pero ante el silencio, la valiente denuncia, de muchos que hacen todo lo posible para revelar lo que realmente pasa en el país y que como Cesar Miguel Rondón y muchos periodistas no pueden ser amedrentados.

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